En tiempos de sombras
en partes sedientas,
desespero por el suave alivio
de espacios de cristal.
Solo sé dos o tres cosas ciertas
de aquella entrañable presencia,
y como una sombra persigo los ecos
de los ayeres perdidos y olvidados.
Paisajes lunares y mañanas escondidas,
obseciones continuas en el tiempo,
en el viento caminando,
atravesando tus silencios,
rasguñando tus deseos,
y aun sobre los míos,
y sobre esta obseción,
por aquellos nuestros. . .
- etp -