miércoles, 17 de noviembre de 2010

- Obseciones -

En tiempos de sombras
en partes sedientas,
desespero por el suave alivio
de espacios de cristal.

Solo sé dos o tres cosas ciertas
de aquella entrañable presencia,
y como una sombra persigo los ecos
de los ayeres perdidos y olvidados.

Paisajes lunares y mañanas escondidas,
obseciones continuas en el tiempo,
en el viento caminando,
atravesando tus silencios,
rasguñando tus deseos,
y aun sobre los míos,
y sobre esta obseción,
por aquellos nuestros. . .
- etp -

miércoles, 3 de noviembre de 2010

- Reencuentro –

El viento lejano de nuestros caminos
ha llenado en la distancia el vacío imposible
de un recuerdo cotidiano.

Detrás de una larga lucha de nubes rotas el silencio llega
dominando el cansado rumbo de nuestro tiempo,
somos la justa presencia de algo que se ha ido,
de algo que hemos perdido,
una obsesión distante,
un abismo oculto.

Hambrientos al mundo y faltos de melancolía
el día vendrá sin anunciar salida,
como la lluvia de nuestro primer verano,
como el silencio de nuestro primer encuentro,
como un detalle que se hunde en el ayer
o como tu voz que escucho entre imágenes ancestrales,
significas el inicio del camino. . .

- Inalcanzable -

Quisiera sentir más que nunca amanecer,
significar el camino que por momentos
aparece en revelaciones, en coincidencias
y en visiones de locura incontrolable.

Aquí en mi alcoba
despertar arropado entre tu cuerpo,
para transformar la soledad en desenfreno,
en irreverencia,
en contemplaciones interminables,
el sol de tus ojos brilla incandescente
atravesando el desafío. . .

viernes, 8 de octubre de 2010

- Afroamérica -

Vitrales en tinta de sangre,
viento y forma de la legión extranjera
por pérdida del recuerdo
y decepción india de huellas,
tactos y sonidos en decibel cero.

Línea mortal,
Afroamérica negra,
por tu dolor muero hoy
bajo galopes de caballo azteca,
camina por los murales de cristal
hacia la neblina del amanecer. . .



miércoles, 6 de octubre de 2010

- Libel a -


Libélula inalcanzable,
solitaria en noches de caminos olvidados,
sobre ramas secas fluyes prolongando tu agonía,
tus raíces recomponen la distancia en el exilio,
escapa de esta pesadilla y regresa al nido paraíso,
ciudad perdida de jardines y bosques.

Camina sobre el acantilado iniciando el vuelo,
reconociendo el aire caliente y fósil de las entrañas salinas,
respira. . .
suspira. . .
porque existe un mejor ahora
sobre lo que el viento distante murmura,
- escucha -
el silencio sobre las piedras calizas,
- en ecos -
el mar se contempla entre nubes y sueños,
iluminando el día,
sobre cada día. . .

- etp -