Libélula inalcanzable,
solitaria en noches de caminos olvidados,
sobre ramas secas fluyes prolongando tu agonía,
tus raíces recomponen la distancia en el exilio,
escapa de esta pesadilla y regresa al nido paraíso,
ciudad perdida de jardines y bosques.
Camina sobre el acantilado iniciando el vuelo,
reconociendo el aire caliente y fósil de las entrañas salinas,
respira. . .
suspira. . .
porque existe un mejor ahora
sobre lo que el viento distante murmura,
- escucha -
el silencio sobre las piedras calizas,
- en ecos -
el mar se contempla entre nubes y sueños,
iluminando el día,
sobre cada día. . .
- etp -
No hay comentarios:
Publicar un comentario